Antes, hace mucho años, no me gustaban los dulces. Luego, empezaron a gustarme algunos pero con muchos «peros». Fui creciendo a lo alto y a lo ancho y los «peros» fueron desapareciendo. Ahora me gusta casi todo, hasta los postres cremosos y empalagosos con chocolate que antes no soportaba (aunque sea sólo porque son #comidamarrón).
Lo de la foto es un trozo de tarta de chocolate y turrón.