Hacía mucho tiempo que no hacía pan. Entre los rigores del verano y las pocas ganas, habían pasado varios (muchos) meses desde la última vez.
Hice este pan el domingo pasado, con una esponja que preparé el viernes y un poco de levadura, en cazuela y siguiendo la receta de Pan con masa vieja de Ibán Yarza:
100 g masa vieja, 500 g harina panificable, 325 g agua, 10 g sal, 1,5 g levadura.
Mezclar todo menos la sal, dejar reposar media hora. Añadir sal, amasar 15 minutos con reposos. Fermentar 2 horas en un bol untado de aceite. Bolear y dejar fermentar 45 minutos sobre el pliegue. Hornear con el pliegue hacia arriba 15 minutos a 250º C en la olla precalentada con la tapa puesta. Hornear 40 minutos a 200º C destapado.
Quedó muy aparente, rico pero de sabor suave, con la miga ligera pero prieta. Ha durado una semana bien envuelto en una bolsa de pan, por supuesto se ha ido poniendo más seco con el paso de los días pero hasta en las tostadas de esta mañana se ha podido comer bien.
Como todo, cuando retome la práctica me irán saliendo mejor 🙂