Internauta culinaria

Básicamente eso es lo que me considero, una internauta culinaria.

Siempre he sido muy curiosa, soy de esas personas que (aunque no se note) nunca están sin hacer nada porque siempre están haciendo algo…cualquier cosa… y todo lo hago intensamente!! Últimamente paso muchísimas horas delante del ordenador y por mi grado de concentración cualquiera diría que estoy resolviendo alguno de los problemas más graves del mundo… pero no!, estoy solo curioseando.

Mi curiosidad por la alimentación y la cocina se diría que es infinita… no me canso de leer, mirar, buscar… y es que hay tanta información que es imposible parar!!!!

Desde pequeña he mostrado interés por la comida, he disfrutado comiendo y he participado en los fogones en la medida de mis posibilidades. Yo era de las que se mudaban de casa a la hora de comer si alguien hacía algo que me gustara mucho… por ejemplo alguna tía de mi madre me recogía del colegio si había hecho menudo, o una vecina venía a buscarme si tenía ese día cocido… porque a todos les asombraba mi manera infantil de disfrutar de la comida y de preguntar sobre ella. Y cuando fui un poco más mayor mi hermano y yo empezamos a disputarnos el honor de cocinar cuando los padres salían… muchas veces ganaba mi hermano, el rey de los platos basados en salchichas. Ya de adulta cocinar se convirtió (como para casi todo el mundo) en una necesidad que yo cubría con cosas básicas y canapés lo más bonitos posibles. Pero entonces llegó a mi vida el gusto por las cocinas exóticas, y el reto de pasar de los canapés a las cazuelas para conquistar a los amigos. Mi madre se convirtió entonces en mi fuente inagotable de sabiduría, y el haber convivido muchos años con esta buena cocinera me animó a intentarlo todo. Sin embargo nunca me interesó el dulce. Que mi madre no los hiciera en casa por supuesto tuvo muchísimo que ver en mi apatía por ellos, es que siempre fuimos una familia poco dulcera. Pero sin duda también me influyó el hecho de que los postres tradicionales que probaba (lease: natillas, flan, etc) no me gustaran, y el que cuando llegaran las fechas señaladas las cosas que por ejemplo hacía mi abuela y que eran deliciosas para otros (pestiños, gañotes, etc) a mí no me decían nada.

Las oportunidades profesionales me llevaron a la industria agroalimentaria donde disfruté mucho, y aprendí tantísimo. Se instauró en mí ya de forma permanente un interés por los alimentos y la alimentación que iba creciendo a medida que sabía más, y que sigue presente en mi vida. En la misma época, mi relación con los dulces empezó a cambiar al comenzar a probar y saber más de los dulces que se hacen en otros países. Por primera vez en mi vida empecé a pedir postre en los restaurantes. Para ser honesta tengo de decir que sigo sin ser de los que guardan sitio para el postre, pero disfruto cada vez más de los dulces en las celebraciones.

La forma en la que me convertí en internauta culinaria es muy sencilla: hace algo más de un año que descubrí el foro de cocinandoconelalma cuando buscaba desesperadamente ayuda para una tarea que me había autoimpuesto: hacer la tarta para las Bodas de Oro de mis abuelos. Y desde entonces no he podido parar. Empecé a conocer webs, blogs, y gente que hizo crecer mi interés hasta llegar al punto en el que hoy me encuentro: explicando qué soy en la primera entrada de mi propio blog.

El objetivo de este blog es servirme de guía y de recuerdo en este proceso de aprendizaje en el que me encuentro. Ha llegado un momento en el que tanta curiosidad necesita de una cierta organización para ser provechosa, y es en forma de blog que he pensado a hacerlo.

No es mi intención convertir este blog en un referente de nada, ni lo hago para descubrir al mundo trucos y recetas porque ya está todo inventado y yo simplemente bebo y bebo de las fuentes. Este blog no es más que un espacio en el que este “aprendiz de todo maestro de nada” va a ir haciendo un compendio de sus entretenimientos.